El calcio y la vitamina D son los dos nutrientes más importantes para la salud de los huesos.
Los huesos sostienen tu cuerpo, le dan forma y te ayudan a moverte. También ayudan a proteger el corazón, los pulmones y el cerebro. Aunque los huesos se sienten duros y rígidos, son tejidos vivos que se reconstruyen constantemente a lo largo de tu vida.
Después de los 30 años, puedes comenzar a sufrir pérdida ósea más rápido que lo que el cuerpo demora en generar hueso, lo que puede debilitar los huesos y hacerlos más propensos a quebrarse. Parte de la pérdida ósea es natural a medida que hombres y mujeres envejecen, pero el riesgo de pérdida ósea significativa es mayor para las mujeres. Durante tu vida adulta, es importante tomar ciertas medidas para asegurar que no pierdas demasiado hueso y te arriesgues a fracturarte fácilmente por una caída o un tropiezo.
Estos cuidados son aún más importantes durante la menopausia. Cuando entras en la menopausia, tus niveles de estrógeno y otras hormonas bajan drásticamente. El estrógeno ayuda a mantener la densidad ósea, por lo que esta caída puede resultar en pérdida ósea significativa y, con el tiempo, baja densidad ósea.
Las dolencias óseas más comunes en la Menopausia
Osteoporosis derivada de la pérdida de masa ósea tras la menopausia
La osteoporosis es una enfermedad sistémica caracterizada por el debilitamiento y disminución de la masa ósea, que se acentúa con la menopausia debido al cese brusco en la producción de estrógenos por parte del organismo femenino.
Habrá otros factores de riesgo como pueden ser la edad avanzada, el tabaco, la delgadez extrema o los antecedentes familiares de fracturas que también favorecerán la aparición de esta dolencia ósea.
Para evitar que la osteoporosis empeore, algunos de los consejos recomendados son la ingesta de alimentos que contengan grandes cantidades de calcio y vitamina D, usar cremas con alta protección solar y evitar el consumo descontrolado de alcohol y tabaco.
Desgaste articular por degeneración del cartílago
Aproximadamente, un 80% de las mujeres que sufren menopausia, tiene dolores articulares, casi la mitad de ellas de manera intensa y difícil de soportar tal y como refleja uno de los estudios realizados por la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia.
La artrosis es una enfermedad invalidante que afecta en mayor número a mujeres que a hombres, sobre todo a partir de los 45 años, edad en la que se intensifica esta prevalencia.
El descenso de las hormonas es una de las causas principales de la artrosis, es decir, del desgaste del cartílago articular. Las zonas del cuerpo más comunes para sufrir esta dolencia son las manos, rodillas, caderas y la columna vertebral
Inflamación de las articulaciones causada por la menopausia
La inflamación de las articulaciones está causada principalmente por los cambios hormonales durante la menopausia, así como por la deficiencia de algunas sustancias en el organismo, como pueden ser el calcio y la vitamina D.
Para evitar que la artritis reumatoide empeore, lo mejor será un cambio hacia un estilo de vida más saludable, evitando someter a las articulaciones a extremos como el sedentarismo o el esfuerzo excesivo en las articulaciones. No existe un tratamiento que la elimine, pero sí que ayude a convivir con ella con un buen nivel de calidad de vida.
¿Por qué la menopausia es un factor tan determinante en la osteoporosis?
El hueso es un tejido dinámico, que está continuamente cambiando a lo largo de la vida. Pese a su aspecto sólido, que puede darnos la imagen de inmutable, en realidad el sistema óseo está en continuo crecimiento, remodelación y autorreparación. Es decir, que a la vez que se destruye tejido viejo se construye tejido nuevo, renovándose permanentemente incluso en la etapa adulta, cuando los huesos ya han dejado de desarrollarse. Sin embargo, hay factores que pueden alterar esta evolución, haciendo que el proceso de resorción predomine traduciéndose en una pérdida de masa ósea, y entre estos factores se encuentran las hormonas que se ven alteradas durante la menopausia.
Los estrógenos mantienen el equilibrio entre las células que renuevan el hueso, los osteoclastos, y las que rellenan los huecos dejados por el hueso eliminado en el proceso de renovación, los osteoblastos.
En la menopausia disminuyen los estrógenos, provocando la activación de los osteoclastos, que induce una aceleración de la resorción y destrucción de hueso, sin una renovación asociada. Por tanto, el resultado es una pérdida de masa ósea que si sigue avanzando acaba en osteoporosis, especialmente en mujeres más propensas a ello.
Dada la clara relación entre menopausia y osteoporosis, es recomendable que las mujeres que se encuentren en periodo menopáusico (que hayan pasado 12 meses desde su última menstruación) se sometan a la prueba de densitometría para examinar el estado de sus huesos.
Mejorar la salud ósea con ejercicio y dieta
Pese a que no podemos luchar contra los cambios que las hormonas o la edad provocan en el organismo, sí podemos tomar medidas para prevenir la osteoporosis.
Ya que el hueso se encuentra en continuo proceso de cambio, también está en nuestra mano potenciar su desarrollo, ya que es posible estimular la remodelación mediante el ejercicio diario: un hueso sometido a tensión se fortalece y es más difícil de romper. Además, es recomendable practicarlo al aire libre siempre que sea posible.
Una alimentación adecuada, con suministro de calcio suficiente en las etapas anteriores a los cambios hormonales ayudará a prevenir la pérdida de masa ósea.
Otras recomendaciones para prevenir el riesgo de osteoporosis son una exposición moderada al sol, prevención de las caídas y seguimiento de las revisiones periódicas con el especialista. Tomar suplementos de calcio o vitamina D, mejora la densidad mineral de los huesos.
El calcio, la vitamina D y tus huesos
Obtener suficiente calcio y vitamina D en la dieta puede ayudar a mantener los huesos fuertes y disminuir el riesgo de desarrollar osteoporosis.
Tu cuerpo necesita calcio para mantener los huesos densos y fuertes. La densidad ósea baja puede provocar que sus huesos se vuelvan quebradizos y frágiles. Estos huesos débiles pueden fracturarse más fácilmente, incluso sin una lesión evidente.
La vitamina D ayuda a tu cuerpo a absorber el calcio. Come alimentos que proporcionen las cantidades adecuadas de calcio, vitamina D y proteínas. Este tipo de dieta te dará a su cuerpo los pilares fundamentales que necesita para producir y mantener los huesos fuertes.
Además de obtener suficiente calcio y vitamina D, puedes disminuir el riesgo de desarrollar osteoporosis haciendo ejercicios regularmente, y evitando el tabaquismo y la ingesta excesiva de alcohol.
Alimentos ricos en calcio
La comida es la mejor fuente de calcio. Los productos derivados de la leche (lácteos), como la leche baja en grasa y sin grasa, el yogur y el queso, tienen mucho calcio. Algunas verduras y otros alimentos contienen calcio en pequeñas cantidades. Algunos zumos, la leche de soja, los cereales, los panes y el agua embotellada en alimentos fortificados tienen calcio que se les ha agregado.
Para saber la cantidad de calcio o el valor diario que un alimento tiene, lee la información en el recuadro de datos de nutrición en la etiqueta de los alimentos. Las etiquetas de los alimentos indican el calcio como un porcentaje del DV. Esta cantidad se basa en 1,000 mg de calcio al día.
Suplementos de Calcio
La cantidad de calcio que podrías necesitar de un suplemento va a depender de la cantidad de calcio que tomes de los alimentos que consumes y es aconsejable que trates de obtener la cantidad diaria recomendada de calcio de los alimentos que consumes, y tome suplementos de calcio solamente para compensar el déficit de calcio que tengas.
Puedes comprar los suplementos de calcio (tabletas masticables, forma de pastillas, preparaciones gomosas, polvos y líquidos) sin necesidad de recetas.
¿Qué es la vitamina D y qué es lo que hace?
La vitamina D es una vitamina liposoluble y juega un papel importante en la protección de sus huesos y además, tu cuerpo necesita la vitamina D para ayudar a absorber el calcio.
Si no recibes suficiente vitamina D, podrías perder hueso, tener menor densidad ósea y podría ser más probable que tengas alguna rotura de hueso, a medida que envejeces.
Fuentes de vitamina D
Hay tres maneras de obtener vitamina D. Estas son a través de:
La luz del sol
Según la zona geográfica donde vives, la producción de vitamina D puede bajar o estar completamente ausente durante el invierno.
Alimentos
La vitamina D está presente en sólo unos pocos alimentos de manera natural. Por ejemplo, en los pescados grasos como la caballa capturada en el medio silvestre, el salmón y el atún.
Por otro lado, la vitamina D también se agrega a la leche y a otros productos lácteos, como también al jugo de naranja, la leche de soja y a los cereales.
Suplementos de Vitamina D
Si no estás recibiendo suficiente vitamina D a través de la luz solar y de los alimentos, debes considerar tomar un suplemento de vitamina D. Pero, antes de agregar un suplemento de vitamina D, comprueba si alguno de los otros suplementos, multivitaminas o medicamentos que estas tomando contienen vitamina D, ya que muchos suplementos de calcio también contienen alguna vitamina D.
https://huesosanos.org/pacientes/tratamiento/calcio-vitamina-d/
https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000490.htm
https://www.tucanaldesalud.es/es/canalciencia/articulos/osteoporosis-menopausia-siempre-mano
https://www.elsevier.es/es-revista-reemo-70-articulo-efecto-edad-menopausia-sobre-masa-13090754
https://magnetosur.com/relacion-menopausia-salud-osea/
https://www.breastcancer.org/es/efectos-secundarios-tratamiento/menopausia/salud-largo-plazo/fortaleza-osea
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1889-836X2021000200006
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