Los postres lácteos son una verdadera tentación a la que más de uno no puede resistirse. Y es que acabar la comida con un flan, unas natillas o una mousse de chocolate es el final perfecto para algunos. El problema es que los postres lácteos envasados que se venden en supermercados acostumbran a ser calóricos y ricos en grasas, azúcares y aditivos.
Ahora bien, aunque lo parezca, no son todos iguales. La OCU ha analizado diferentes tipos de postres lácteos envasados que se venden en supermercados y ha aplicado su Escala Saludable, la herramienta nutricional de la OCU que va más allá de Nutriscore ya que además de tener en cuenta los azúcares, la sal o las grasas del alimento, también analiza el grado de procesamiento, los aditivos, los aromas, los edulcorantes y el tamaño de las raciones.
No hay que olvidar que el yogur es el producto resultante de fermentar la leche con bacterias ácido-lácticas como son Steptococcus thermophylus y Lactobacillus bulgaricus. La fermentación de la lactosa produce ácido láctico y la consecuente coagulación de las proteínas de la leche. En el yogur, las bacterias encargadas de realizar este proceso siguen estando en el producto final (en torno a 10.000.000 y 100.000.000 bacterias vivas por ml).
Esta es la diferencia con los denominados postres lácteos. Estos productos también se procesan mediante fermentación ácido-láctica, dotándolos de una consistencia y pH similar a los yogures, sin embargo, una vez procesados se someten a tratamiento térmico (termización o pasteurización), con lo que se pierden las bacterias vivas que sí están presentes en el yogur.
Así pues, aunque los postres lácteos tienen una mayor vida útil y no es necesaria su conservación en frío, no debemos olvidar que carecen de bacterias o fermentos lácticos vivos, que no resisten los tratamientos de calor y a los que se atribuyen importantes beneficios en la salud de quien los ingiere, como mejorar el equilibrio de nuestra flora intestinal y estimular el sistema inmunitario de nuestro organismo
Mejor raciones pequeñas
Cualquier producto ricos en azúcares o grasas saturadas es mejor tomarlo en pequeñas cantidades.
Por eso a la hora de elegir un postre lácteo envasado es conveniente decantarse por envases con menos contenido. El problema es que muchos de estos postres contienen 130 g y hasta 160 g de producto. La excepción son las mousses, que no superan los 70 g.
Fíjate en las calorías y en los aditivos
El valor energético del postre lácteo te da una idea de las grasas y azúcares que aporta. Así pues, 100 g de arroz con leche llevan 128 calorías, similar a una copa de nata (133 kcal); mientras que el tocino de cielo aporta 260 calorías por 100 g.
Lo negativo de un postre lácteo no solo son las grasas saturadas o el azúcar…. los aditivos son otro ingrediente a tener en cuenta a la hora de valorar lo saludable que es un producto. Por ejemplo el tocino de cielo es muy calórico pero no suele llevar demasiados aditivos ya que muchos se elaboran básicamente con leche, azúcar y huevos. Los mismo ocurre con el arroz leche.
A la hora de elegir un postre de este tipo, cuantos más jarabes, gelificantes o aromas, es decir, más sustancias que empiezan con la letra E o que acaban en -ina o en -osa, peor porque indica que es un producto muy procesado.
La valoración de la OCU
La organización de consumidores ha pasado por el filtro de su Escala Saludable diversos postres lácteos envasados de venta habitual en supermercados. Todos tienen entre sus ingredientes un derivado de la leche y se venden en la sección de refrigerados: flanes, arroz con leche, copas con nata, mousse y productos variados como pudding, panna cotta, tocino de cielo, natillas, tartas etc. El resultado del análisis ha sido el siguiente:
Arroz con leche: de 25 productos de marcas distintas analizadas, 17 tienen una puntuación buena, 8 aceptable y ninguno saca mala puntuación.
Copas con nata: de 20 productos analizados, ninguno saca una puntuación buena, 18 tienen una puntuación aceptable y 2 mala.
Mousse: se han analizado 21 productos y ninguno tiene buena puntuación: 9 sacan una puntuación aceptable y 12 mala.
Flanes: de 72 marcas analizadas, solo 2 tienen buena puntuación, 55 aceptable y 15 mala.
Productos lácteos variados: aquí hay desde tocino de cielo a panna cotta pasando por natillas o pudings. Se han analizado 36 productos: 32 tienen mala puntuación y solo 4 sacan puntuación aceptable. Ninguno tiene buena nota.
Yogures naturales, cuajada, kéfir y Skyr
El kéfir es un fermentado muy rico en probióticos, que son las bacterias beneficiosas para fortalecer la flora intestinal, mientras que el skyr es un queso fresco típico de Islandia, de textura similar a un yogur griego, bajo en grasas y rico en proteínas.
Para que un postre lácteo sea saludable debe llevar leche y cuajo, señalan los dietistas. Aquí entran únicamente los yogures naturales (siempre enteros y sin edulcorar) y la cuajada. En el caso de que nos guste el yogur con un poco de azúcar siempre es preferible comprarlo natural y azucararlo en casa, ya que la cantidad que aportaremos será siempre inferior a la que añade el fabricante, aunque lo más recomendable es no añadir azúcar.
También son saludables los yogures griegos, que si bien son algo más calóricos contienen numerosos nutrientes y son también más saciantes que los naturales. No hay problema por consumir yogur griego de forma habitual, ya que además de leche y fermentos tiene nata, que aporta ese extra de grasa y cremosidad, además el yogur griego es una opción interesante para todas aquellas personas que hacen una dieta keto o que, por diversos motivos, tienen una alimentación baja en grasas o proteínas, puesto que es una manera sencilla de conseguir estos nutrientes.
Pese a que durante un tiempo tanto el yogur natural como el griego han tenido cierta mala fama por ser fuentes de grasas saturadas, la última evidencia científica demuestra que las grasas presentes en el yogur no son comparables a las grasas saturadas presentes en alimentos como la carne roja o el embutido, que son de peor calidad, Según un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, las grasas saturadas procedentes de fuentes lácteas se asocian a un menor riesgo cardiometabólico.
Así pues, tantos los yogures como la cuajada, el kéfir y el skyr pueden formar parte sin problemas de una dieta equilibrada y, por lo tanto, consumirse de forma habitual siempre que no haya ninguna contraindicación. De hecho, su ingesta tiene numerosos beneficios para la salud e incide de forma decisiva en la prevención de algunas enfermedades
Según una revisión de investigaciones publicada en la revista Nutrición Hospitalaria, la composición del yogur es muy equilibrada, con proteínas de alto valor biológico y alta digestibilidad, grasa, hidratos de carbono, vitaminas y minerales, especialmente calcio y fósforo.
El informe destaca, asimismo, su papel a la hora de prevenir determinadas enfermedades infecciosas del aparato respiratorio y digestivo, así como mejorar los problemas gastrointestinales asociados al consumo de antibióticos y la absorción del calcio en mujeres post-menopáusicas. La investigación recuerda que los lácteos son la principal fuente de calcio en todos los grupos de edad y que aportan actualmente entre el 44 y el 70% de la ingesta total de los españoles.
Yogures con sabores
Los yogures de frutas llevan un montón de ingredientes, pero ninguno de ellos es fruta. Lo que sí contienen son aromatizantes, saborizantes y otros aditivos. El problema es que muchas personas los compran pensando que están consumiendo fruta y que un yogur de sabores puede ser más saludable que, unas natillas por ejemplo, pero no es cierto.
Nutricionistas indican que un yogur de sabores puede tener unos 12 g de azúcar, mientras que las natillas contienen entre 13 g y 17 g. ; aunque no es una diferencia significativa y si bien puede ser un poco más sano sigue llevando una cantidad de azúcar muy elevada. Además, este tipo de postres no es solo que contengan mucho azúcar, ,sino que al no estar presente de forma directa mucha gente no acaba de ser consciente de la cantidad que está consumiendo.
Yogures "con fruta"
Son, tal vez, los productos más engañosos de la nevera de los postres lácteos, ya que muchos los compran pensando que tendrán en un solo producto los beneficios de la fruta y los del yogur….. pero no es cierto, ya que al yogur se le suele extraer la grasa y se le añade azúcar o edulcorante y, en el caso, de las frutas, o bien el porcentaje es mínimo o es prácticamente inexistente. Así lo indica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que en un estudio sobre yogures señalaba que la mayoría de los que se anuncian como “con trozos de frutas” apenas tienen fruta y esta se suele incorporar en forma de puré e incluso de zumos.
Yogures "Light" o bajos en calorías
Para evitar un consumo elevado de azúcar, muchas personas se pasan a los yogures light, bajos en calorías, 0% o cualquier otra definición asociada a la reducción de calorías. No es una buena idea, ya que en este tipo de productos es cuando se les quita la grasa se les suele añadir azúcar o edulcorantes. No es recomendable, ya que la grasa de buena calidad es fundamental en la dieta. Además, al no contener grasa, los yogures light no son nada saciantes, de manera que es habitual que muchas personas consuman dos unidades y, si no lo hacen, es probable que tengan hambre al poco rato. Teniendo en cuenta que un yogur natural entero sin azúcar tiene un aporte calórico muy moderado se considera un alimento perfecto en una dieta sana y equilibrada sin necesidad de recurrir a la versión light.
Natillas
En un estudio sobre natillas, la OCU concluyó que la mayoría de las que se comercializan tienen una cantidad de azúcar equivalente a tres sobres, es decir 20 g por tarrina. Es una cifra muy elevada, teniendo en cuenta que la OMS recomienda un consumo total diario de azúcar de 20-25 g en adultos. La OCU señala, además, que casi todas las natillas que encontramos en le mercado contienen una gran cantidad de aditivos.
El procesado industrial de este tipo de postres, y la sustitución del huevo y la harina de maíz, han provocado la necesidad de utilizar aditivos. Por una parte, encontramos texturizantes como los almidones modificados; gelificantes y gomas como los carragenatos, la xantana, la goma guar o las pectinas; colorantes como la norbixina, la curcumina o los carotenos; estabilizantes como los fosfatos; y emulsionantes como la lecitina. Pese a que no todos los aditivos son perjudiciales por definición, hay algunos presentes en las natillas que la OCU no recomienda, como son los difosfatos y el fosfato de sodio.
Copas de Chocolate
En estos productos, se utiliza leche desnatada y se le añade nata por otro lado, para conseguir esa textura tan característica y lograr que el resultado sea más sabroso.
Lo mejor es optar por un yogur natural y, si nos apetece chocolate, acompañarlo de una onza de chocolate negro. Si no tenemos idea de qué producto escoger lo mejor es fijarnos en las etiquetas: cuantos menos ingredientes contengan, mejor.
Arroz con Leche
El arroz con leche es uno de postres más comunes en España...no obstante, este postre podría no ser tan saludable, especialmente atendiendo a lo altamente calórico que resulta el mismo por la cantidad de azúcar que incorpora.
El principal problema de este típico postre es que está realizado con una gran cantidad de azúcar, que aumenta con mucha facilidad las calorías totales de un alimento y además no contribuye a sentirnos saciados. Está asociado a multitud de graves enfermedades, pues es muy fácil incurrir en sobrepeso con el consumo del mismo. Esto lleva a que comer arroz con leche no sacia tanto como debería.
Si te gusta el arroz con leche, prueba a hacer lo en casa!…puedes cambiar la leche por una leche vegetal, añadir menos azúcar o sustituirla por Stevia o miel y disminuir la cantidad de arroz, o utilizar tu imaginación para usar otros productos como la avena o el arroz integral.
https://www.sabervivirtv.com/utrición/mejor-postre-lacteo-super-ocu-receta-abuela_8575
https://www.ocu.org/alimentacion/dulces/consejos/dulces-postres-lacteos#
https://www.lavanguardia.com/comer/materia-prima/20231023/9315030/postres-lacteos-mas-saludables.html
https://www.colesterolfamiliar.org/diferencias-entre-los-yogures-y-los-denominados-postres-lacteos/
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