Si bien trabajar desde casa te brinda flexibilidad, a menudo significa menos estructura y más distracciones provenientes de las personas con las que convives, por lo que deberás cambiar tu horario y aprender nuevas formas de trabajar.
Te damos algunos consejos que te ayudarán a encontrar el equilibrio, incluidas formas de establecer límites, crear rutinas productivas y conectarte con tus compañeros de trabajo de manera virtual.
Si bien la perspectiva de poder trabajar en chándal puede resultar cómoda y atractiva, los trabajos remotos también pueden acarrear un nuevo conjunto de desafíos en la gestión del tiempo , las comunicaciones y el trabajo en equipo. Quienes trabajan desde casa deben reajustar sus horarios y aprender formas nuevas de trabajar.
Establecer una rutina, adaptar el espacio de trabajo y marcar un horario son algunos de los consejos que dan los especialistas para obtener un excelente rendimiento teletrabajando sin poner en peligro tu bienestar físico y digital
Para que todo funcione sin inconvenientes, tanto en el trabajo como en casa, es crucial comunicar las expectativas a quienes conviven contigo.
Redes Sociales.
Las redes sociales están diseñadas para que puedas abrirlas y consultarlas en un instante, pero si estás trabajando esto puede perjudicar tu productividad y concentración, evita acceder a las redes sociales sociales durante el horario laboral porque estas plataformas tienen un poder adictivo. También puedes considerar la idea de trabajar en una ventana privada o, si usas Chrome, una ventana «de incógnito». De esta manera, no iniciarás sesión en ninguna de tus cuentas y cada búsqueda web que hagas no completará automáticamente las palabras que escribes.

Home office
Prepara y acondiciona un espacio en tu casa para teletrabajar. Este espacio debe ser exclusivo, debe estar en un lugar tranquilo, con buena iluminación y aireado. Si puedes evitar establecer tu home office en tu habitación personal, mucho mejor. Si no te queda alternativa y tienes que instalarlo en tu habitación, debe estar ordenado y limpio.Para ello, necesitarás una mesa de trabajo o pequeño escritorio y una silla ergonómica para proteger tu espalda. Poner un poco de naturaleza en tu espacio de trabajo puede traer beneficios como la disminución de estrés pero si no deseas tener una responsabilidad más en tu día, elige una planta que sea más fácil de mantener. Recuerda que tener plantas en casa también ayuda a mejorar la calidad del aire.
Establece una rutina
Tan importante como el espacio de trabajo es seguir los mismos hábitos que cuando se acudía a la oficina de forma presencial. Es decir, levántate a la misma hora, aséate y desayuna antes de comenzar tu jornada laboral.Nada de trabajar en pijama, desde la cama o el sofá. Levántate antes, toma una pequeña ducha, vístete con ropa de calle y desayuna. Con este hábito predispones y preparas tanto tu cuerpo como tu mente para trabajar.
Organiza tu trabajo
Para ser realmente eficiente en tu jornada laboral necesitas una buena organización. Aunque pienses que tu trabajo es automático o ya tienes interiorizada esa organización, en casa pueden surgir ciertas distracciones que pueden hacer que olvides o pases por alto ciertos aspectos. Una buena forma de organizarse es crear una lista de tareas, redactarla a mano e ir subrayando aquello que ya hayas cumplido en tu jornada.
Si quieres aprovechar al máximo tus periodos de mayor productividad, reserva las tareas más difíciles cuando sepas que tendrás tu mente en ellas al 100 %. Usa los periodos de menos motivación para completar las actividades logísticas más sencillas, porque así puedes hacer más cosas de forma eficaz y pueden ayudarte a cobrar impulso para emprender los proyectos más difíciles que te depara el día.
Si te cuesta organizar una rutina razonable cuando trabajas desde casa, empieza el día con las tareas que debes llevar a cabo tú solo. Deja las llamadas telefónicas, las reuniones y otro tipo de trabajo colaborativo para cuando te sientas bien despierto.
Nadie mantiene la productividad constante durante todo el día. Es normal que tu nivel de motivación varíe. Sin embargo, cuando trabajas en casa es muy importante saber cuándo ocurren estas fluctuaciones y tener un plan.
Hay una tendencia a pensar que cada vez más las personas son multitareas, es decir, que pueden realizar varias actividades a la vez; pero esto es falso y trabajar así no es productivo.

Marca un horario
En consonancia con lo anterior, te aconsejamos que marques un horario. Trabajar desde casa implica que se debe seguir la misma rutina que ejercías cuando acudías a tu puesto de forma presencial.
Respeta tus descansos
Puede parecer lógico pero, ¿se hacen descansos mientras se teletrabaja? Trabajar desde casa es muy cómodo, tanto que puedes obviar tus descansos, un error muy frecuente pero con consecuencias severamente negativas. Nunca obvies tus descansos.
Por ejemplo, puedes realizar pausas de 5 minutos cada hora y media de trabajo y destinar este tiempo para estirar las piernas, respirar aire fresco, estirar, contestar tus mensajes personales u otros.
Este gesto te ayudará a descansar la mente, la vista y a retomar la jornada laboral de forma más eficiente.
Trabaja en equipo
No olvides que sigues teniendo las mismas obligaciones: reuniones de equipo, comentar los resultados del trabajo o tener más relación con tus compañeros. Para ello, apóyate en los canales de comunicación que utilizas de forma habitual o que tu empresa ha habilitado a tales efectos.
Muchas empresas se están preparando para que sus plantillas trabajen desde casa sin perder el contacto con sus compañeros o jefes.
De esta forma muestras un compromiso total con tu trabajo, con tu equipo de trabajo y mejoras tu imagen de cara a la opinión de tus superiores.
Para mantener las comunicaciones, programa reuniones con regularidad con las personas que dependen directamente de ti. Las reuniones pueden hacerse a diario, semanalmente o día por medio. En estas teleconferencias los miembros del equipo podrán hablar de temas que son difíciles de tratar por email, también podrás entender más y mejor cómo se encuentran tus compañeros de equipo.
Comprueba las herramientas y programas online
Si ya has preparado tu espacio de trabajo, rutina y horarios, toca comprobar que todo funciona correctamente. En este punto es imprescindible que cuentes con una buena conexión a Internet y que tu equipo sea el adecuado para trabajar en remoto. Si tu trabajo, por razones técnicas, requiere de unas especificaciones de software, adquiere un ordenador o portátil específico para trabajar.

¿Y la familia?
Al igual que cuando acudías a tu jornada laboral, la familia debe quedarse en un segundo plano mientras se trabaja a distancia. Si tienes niños pequeños que aún no pueden ir a la guardería o colegio, tu organización debe ser todavía más precisa, para evitar las distracciones. Si tu trabajo implica muchas responsabilidades, lo mejor es que busques ayuda externa, bien sea por parte de un familiar o de alguna agencia de niñeras y canguros a domicilio.
Este consejo es tanto para madres o padres que trabajan como para quienes no tienen hijos, independientemente de que las distracciones estén a tu alrededor o de que simplemente te distraigas solo, la paciencia es la clave.
Por sobre todas las cosas, sé paciente contigo mismo. Acepta el hecho de que algunos días serán mejores que otros, ya que cada uno tiene sus propios tiempos de adaptación.
Todos los integrantes de la familia pasarán por una etapa de transición cuando tomas la opción del teletrabajo.
- Explícales cuáles son tus horarios de trabajo y cuándo y cómo pueden comunicarse contigo mientras trabajas.
- Si eres una madre o un padre y compartes las responsabilidades del cuidado, coordina tus horarios en consecuencia. Por ejemplo, puedes dividir el día en turnos, y alternar entre el trabajo y ocuparte de los niños.
- Aclarar lo que esperas es una excelente idea para que quienes conviven contigo sepan qué hacer para que les prestes atención durante las horas de trabajo. Por ejemplo, cuando la puerta está cerrada, significa que deben arrojar una nota debajo de la puerta en vez de golpear.
Trabajar en casa puede ser un gran reto pero también una oportunidad para ser más productivo.

Sé una persona responsable
Que tu empresa haya implantado este modelo de trabajo implica que confían en ti y en tu organización para seguir aportando el mismo rendimiento o, incluso, aumentar tu productividad.
Ser responsable con tu trabajo y empresa es bueno de cara a tu actividad laboral. De cara a tu bienestar físico y mental, establece el horario del final de tu jornada laboral como una obligación que debes seguir a rajatabla. No te obligues a extender tu jornada, así evitarás la ansiedad, el estrés o la adicción al trabajo.
Derecho a la desconexión digital
El derecho a la desconexión digital se contempla dentro de la nueva Ley del Teletrabajo. ¿Qué implicaciones tiene esto para ti? Implica que, cuando ya se haya acabado tu jornada laboral, tienes todo el derecho (incluso "deber" por tu parte) a desconectar de tu trabajo. Fuera emails del trabajo, llamadas del trabajo o de revisar si algo está mal.
¿Tienes la obligación de contestar a los mensajes de tu jefe cuando tu jornada laboral se ha acabado? No existe ninguna obligación.

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