Sofocos y Menopausia

Apr 17, 2024Madequa Health0 comentarios
Descubre los tipos de sofocos en la menopausia, qué tomar, las mejores pastillas para los sofocos y la existencia de un tratamiento natural. Todo sobre cuánto duran los sofocos ¡y más!
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Los sofocos constituyen uno de los síntomas más comunes de la menopausia, afectando entre el 70-80% de las mujeres durante esta etapa. Se caracterizan por una sensación de calor que afecta sobretodo a la parte superior del cuerpo, acompañada de sudoración, escalofríos, palpitaciones y enrojecimiento cutáneo, aunque no representan un riesgo para la salud en sí mismos, pueden alterar significativamente la calidad de vida, interrumpiendo el sueño, afectando el estado de ánimo y dificultando las actividades cotidianas.


¿Qué son?

Los sofocos son como oleadas de calor. Esto pasa porque la menopausia viene acompañada de una inestabilidad hormonal que afecta a la regulación de la temperatura del cuerpo y de ahí las subidas repentinas de calor conocidas como sofocos.


¿Y por qué pasan los sofocos? 

La causa de estos sofocos la encontramos en el hipotálamo, ya que en él se encuentra el centro termorregulador de nuestro cuerpo, es decir, el que se encarga de regular la temperatura corporal y a causa de la inestabilidad hormonal propia de la menopausia, este centro se hiperactiva y ocasiona la subida repentina de la temperatura corporal. 

¿Pero por qué hay mujeres que sufren más sofocos que otras? 

Siempre es por condiciones del cuerpo de cada una y situación en particular, pero existen factores de riesgo y factores desencadenantes de los sofocos:

Factores de riesgo que agravan la posibilidad de sufrirlos:

  • Obesidad
  • Menopausia quirúrgica y no natural
  • Antecedentes de síndrome premenstrual
  • Etnia. Por ejemplo las mujeres de color, manifiestan tener más sofocos durante la menopausia que las mujeres asiáticas.

Y como factores desencadenantes de estos sofocos encontramos:

  • El tabaco
  • El alcohol
  • Comidas copiosas
  • Elevada temperatura ambiental o espacios cerrados
  • Situaciones de estrés

  

Tipos de sofocos en la menopausia: 

  • Sofocos clásicos: Representan la forma más común y se caracterizan por una ola de calor que recorre el cuerpo, acompañada de sudoración, escalofríos, palpitaciones y enrojecimiento cutáneo.

  • Sofocos nocturnos: Son muy comunes y reciben este nombre porqué son sofocos que ocurren mientras se duerme y pueden causar que te despiertes con sudoración y escalofríos. Por lo que estos sofocos pueden interrumpir el sueño y hacer que te sientas cansada durante el día los que agravar la fatiga, los dolores de cabeza, la desconcentración… y otros síntomas característicos de la menopausia.

  • Sofocos localizados: Sólo afectan a una parte del cuerpo, comúnmente a la cara, el pecho o las manos. Ocurren por el mismo motivo que los vasomotores, pero algunos mecanismos adicionales que afectan específicamente a la región afectada, como factores neurológicos, cambios hormonales o condiciones médicas más específicas

 

¿Cuáles son los síntomas más comunes? 

Cada mujer los siente de una manera diferente. Algunos síntomas comunes son:

  • Sensación repentina de calor en la parte superior del cuerpo que se extiende por el pecho, el cuello y el rostro
  • Enrojecimiento de la piel
  • Ritmo cardíaco acelerado
  • Sudoración, principalmente en la parte superior del cuerpo
  • Escalofrío a medida que el sofoco disminuye
  • Mareos
  • Náuseas
  • E incluso, sensación de ansiedad

 

¿Cuánto duran los sofocos de la menopausia?

La frecuencia y la intensidad de los sofocos varían entre las mujeres. Un solo episodio puede durar uno o dos minutos, hasta 5 minutos o incluso 10 minutos.

Los sofocos pueden ser leves o tan intensos que interrumpen las actividades diarias. 

Este hecho le ocurre alrededor del 80% de las mujeres en la etapa de la menopausia y el síntoma acostumbra a durar entre 1 y 3 años, pero hay casos en los que las mujeres los sufren durante más de 10 años.


¿Los sofocos de la menopausia adelgazan?

Lamentamos comunicarte que no, no adelgazan. Ya que durante el sofoco lo único que se pierde es agua por la sudoración provocada por el aumento de temperatura causado por el propio sofoco. Pero esto no va asociado a pérdida de grasa y por tanto tampoco de peso. 

¿Cómo puedo aliviarlos?

Hay mujeres a las que los sofocos les suponen una interrupción de su actividad diaria y por ello es importante conocer que tomar para los sofocos de la menopausia:

Terapia hormonal sustitutiva (THS):

La THS es un tratamiento médico que reemplaza las hormonas que el cuerpo deja de producir durante la menopausia. Esta terapia puede ser administrada de diversas formas, como píldoras y parches que intervienen de forma sistémica o geles y anillos vaginales que intervienen de forma local. La THS es una opción efectiva para aliviar los síntomas de la menopausia, especialmente los sofocos, la sequedad vaginal y las alteraciones del sueño. 


Como alternativa para los sofocos en menopausia encontramos tratamientos no hormonales y naturales como los complementos alimenticios:

  • Fitoestrógenos: Algunos compuestos naturales, como la genisteína que es una isoflavona (que se encuentra en la soja) y el lúpulo, tienen propiedades fitoestrogénicas. Esto significa que pueden imitar algunos de los efectos del estrógeno y por tanto lograr mitigar los síntomas de la menopausia como los sofocos que emergen tras la bajada en los niveles de esta hormona en nuestro cuerpo. 

 

  • Extracto citoplasmático de polen: Este compuesto natural ha demostrado ser efectivo para aliviar los sofocos y otros síntomas de la menopausia en diversos estudios clínicos. A diferencia de los fitoestrógenos, el extracto citoplasmático de polen es también apto para aquellas mujeres que tengan antecedentes o hayan tenido un cáncer de mama.

 

  • Cimicífuga racemosa: Esta hierba medicinal ha sido utilizada tradicionalmente para aliviar los síntomas de la menopausia. Algunos estudios clínicos han demostrado que la cimicífuga racemosa puede ser efectiva para aliviar los sofocos y otros síntomas. También es apta para las mujeres con diagnóstico de cáncer de mama.

Además de estas opciones terapéuticas, lo más importante para no tener sofocos muy agresivos que afecten a la calidad de vida es llevar un estilo de vida saludable a nivel de hábitos alimentarios, actividad física y un buen calendario de sueño entre otros. Además de reducir al máximo hábitos tóxicos como son el tabaco y el alcohol.

 

Modificaciones del estilo de vida:

  • Evitar desencadenantes: Ciertos factores pueden precipitar o empeorar los sofocos, como el alcohol, la cafeína, las comidas picantes, el tabaco y los ambientes calurosos. Identificar y evitar estos desencadenantes puede ser útil para reducir la frecuencia e intensidad de los sofocos. Un truco: Prueba a llevar siempre contigo un pequeño abanico o pañuelo fresco para refrescarte cuando notes un sofoco.

  • Mantenimiento de un peso saludable: El sobrepeso puede exacerbar la intensidad de los sofocos. Bajar de peso puede ayudar a aliviar los síntomas. Recuerda: ¡No se trata de hacer dietas drásticas, sino de adoptar un estilo de vida saludable con una alimentación equilibrada y ejercicio regular!

  • Actividad física regular: practicar ejercicio físico de forma regular puede contribuir a disminuir la frecuencia e intensidad de los sofocos, además de mejorar la salud general. ¿Te gusta bailar? ¡Genial! El baile es una forma divertida y efectiva de hacer ejercicio y combatir los sofocos.

  • Sueño adecuado: el insomnio puede empeorar los sofocos. Asegurar un sueño de 7 a 8 horas por noche puede ayudar a mejorar la calidad del sueño y reducir la intensidad de los sofocos. Crea una rutina de sueño: Acuéstate y levántate a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Relájate antes de acostarte con un baño caliente o leyendo un libro.

  • Técnicas de relajación: La práctica de técnicas como la respiración profunda, la meditación o el yoga puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, lo que puede contribuir a aliviar los sofocos. Apps para la meditación: Existen muchas aplicaciones de mindfulness y meditación que te pueden guiar en este proceso. ¡Pruébalas y encuentra la que mejor se adapte a ti!

  • Medicamentos: Si los cambios en tu estilo de vida no son suficientes, tu médico puede recetarte algún tratamiento para los sofocos de la menopausia para ayudarte a controlarlos. Ten en cuenta: Es importante que consultes con tu médico para que te asesore sobre la mejor opción para ti, teniendo en cuenta tu historial médico y otras condiciones de salud. 

Y nuestro último consejo: Rodéate de personas comprensivas y positivas. El apoyo de tus seres queridos puede ser fundamental para afrontar los cambios de la menopausia con optimismo y alegría.


¡Recuerda que no estás sola! Los sofocos son una parte normal de la menopausia, pero hay muchas cosas que puedes hacer para sentirte mejor. Habla con tu médico sobre las opciones que tienes para controlarlos y disfrutar de esta etapa de tu vida.

 

Si  te sientes identificada con algún punto de este blog o te gustaría saber más acerca del tema → lee el siguiente blog y descúbrelo o realiza nuestro test.


Referencias: 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • Sánchez-Mateo, C. C., & García-Bienes, H. M. (2022). Cimicifuga racemosa (L.) Nutt. en el tratamiento de los síntomas vasomotores de la menopausia: revisión. Ars pharmaceutica (Internet), 63(2), 178–188. https://doi.org/10.30827/ars.v63i2.21894

 

  • Arriaza Peso, E., del Carmen Arévalo Páez, M., Ángeles Grandas Alonso, M., & Olleros Izard, T. (2008). Eficacia de Cimicifuga racemosa para el tratamiento de la clínica vasomotora y psíquica en pacientes menopáusicas. Progresos de obstetricia y ginecología (Internet), 51(1), 20–27. https://doi.org/10.1016/s0304-5013(08)71050-1







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