Casi todas tenemos una técnica que repetimos de forma mecánica desde siempre , pero no nos preocupamos por averiguar si el origen de nuestro malestar con el pelo radica, precisamente, en la forma de lavarlo. ¿Qué importancia puede tener algo tan sencillo? Mucha. Lavarse el pelo es sencillísimo, sí, y hacerlo mal también.
El cuero cabelludo primero!
Es muy difícil sentir el pelo superlimpio si el cuero cabelludo no lo está al 100%. Y solo puede rendir al máximo si su piel está en perfecto equilibrio, libre de restos de contaminación y residuos y bien oxigenada. Así que una vez a la semana, antes del champú, exfolia suavemente con un cepillo para estimular la circulación sanguínea o, si tienes el cuero cabelludo graso, aplica una mascarilla purificante prechampú que elimine el exceso de grasa.
Mucha agua y poco champú
Empapa muy bien el pelo con agua tibia antes de aplicar y, esto es muy importante, una pequeña cantidad de champú (el tamaño de una nuez, más o menos) trabajada con las yemas de los dedos y bien repartida por toda la melena.
Si tu hábito es añadir un buen chorro de champú sobre la coronilla, ya sabes por qué el pelo te queda pesado y mate.
Utiliza un champú que le vaya bien a tu tipo de pelo aunque los de uso frecuente son geniales porque tienen una fórmula muy suave, que lava pero no aporta sustancias que lo apelmacen. La fibra capilar es muy frágil cuando está húmeda, así que trabaja el pelo suavemente (tener prisa no es excusa para restregarlo con las uñas como si le odiases) y después aclara con agua y sin prisas: ten en cuenta que una de las razones por las que piensas que el pelo te dura más tiempo limpio cuando vas a la pelu es que utilizan mucha agua y muy bien repartida hasta eliminar el último residuo, el secreto de que el cabello quede ligero, suelto y flexible.
¿Debo aplicar el champú dos veces?
Aunque si lavas tu cabello muy a menudo puedes aplicar una única vez el champú, los expertos recomiendan aplicarlo dos veces, una como gesto de limpieza y la segunda como masaje. Y el masaje, según el experto, debe durar unos tres minutos.
La temperatura del agua es importante
El agua caliente abre las cutículas de la fibra capilar, perfecto durante el lavado para que los principios activos penetren y actúen. Una vez aclarado totalmente el pelo, se aconseja siempre un final de agua fría para que cierre las cutículas, las selle, y el cabello tenga un brillo espectacular.
La temperatura del agua no solo repercute en la salud de las cutículas o al brillo del cabello. El agua caliente está especialmente “prohibida” para los cabellos rubios, ya que el agua caliente puede despojar al pelo rubio de sus aceites naturales y hacer que se vea opaco
El acondicionador
No hay un lavado perfecto sin acondicionador: cierra la cutícula, ayuda a desenredar y proporciona esa maravillosa sensación de ligereza.
Elige el que mejor se adapte a tu tipo de pelo, pero, una vez más, utiliza muy poca cantidad y solo en los medios y largos, nunca en el cuero cabelludo.
¿Cómo retirar el exceso de agua?
Otra de las claves de un buen resultado. Envolverlo en una toalla y friccionar es una idea pésima porque las ásperas fibras de la toalla desorganizan las cutículas de la fibra, especialmente la de los cabellos rizados. Lo ideal es emplear una toalla de microfibra o, sencillamente, una camiseta de algodón que ya no utilices. Otra opción son los cepillos de púas cónicas flexibles, especialmente diseñados para ayudar a drenar el agua del cabello, sin tirones ni tracción. Este paso, además ayuda a desenredar el cabello y reduce la fricción de la toalla.
Mascarillas capilares: ¿en qué consisten?
Las mascarillas capilares son generalmente tratamientos formulados con aceites, mantecas y otros ingredientes nutritivos. Las mascarillas capilares hidratantes pasan más tiempo penetrando en el cabello y nutriéndolo que un shampoo o acondicionador habitual, y los beneficios que aportan en 1 solo uso son increíbles.
Las mascarillas de tratamiento capilar pueden ayudar a reducir el quiebre del cabello y dejar tu cabello con una sensación saludable.
¿Cómo usar una mascarilla capilar?
Son fáciles de incorporar en tu rutina de cuidado capilar, puesto que generalmente reemplazan tu acondicionador. Así es como debes usarlas :
Paso 1: Lava el cabello y enjuaga.
Paso 2: Aplica la mascarilla capilar.
Paso 3: Espera 3-5 minutos.
Paso 4: Enjuaga.
Paso 5: Sécate con una toalla y péinate el cabello como de costumbre.
Agrega calor
Si quieres lograr efectos rápidos y potentes, puedes usar un gorro, o el secador para aplicar calor durante unos segundos. Y el paso final, será simplemente retirar el producto con abundante agua a temperatura templada preferiblemente. Pero al final agrega agua fría para cerrar la cutícula y así poder estimular cada capilar.
Las mejores mascarillas para cada tipo de pelo
¿Tienes el pelo seco y maltratado? ¿O lo tienes rizado y abundante? Para todos los casos existe una fórmula en específico que puede tener efectos reparadores y fortalecedores sobre el pelo. Así que después de conocer cuál es el tipo de pelo puedes escoger la mascarilla adecuada.
¿Cuánto tiempo deberías dejar actuar tu mascarilla capilar en el cabello?
Deberías dejar actuar tu mascarilla capilar en el cabello por al menos 3-5 minutos, pero si tu cabello está deshidratado o áspero y tienes tiempo, puedes dejar que penetre en el cabello húmedo por 15-20 minutos.
¿Con qué frecuencia deberías usar una mascarilla capilar?
Deberías usar un tratamiento capilar hidratante al menos 1 vez a la semana. Pero si tu cabello tiene una apariencia o una sensación más seca o dañada de lo normal, aumenta a 2 veces la semana.
Un truco: la mascarilla es un producto que apelmaza el cabello, así que ¡no te la apliques en la zona de la raíz! Está pensada para revitalizar las medias puntas y puntas así que sólo aplícatela en la raíz si se trata se una mascarilla específica para cabellos grasos o para darle más volumen a tu melena.
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