Si controlamos la cantidad de azúcar reduciéndolo al mínimo o evitándolo directamente, pueden resultar mucho más interesantes. Los zumos de frutas que los componen nos aportan vitaminas y minerales, así como vitamina C y potasio.

Cuanto menos sea su proporción de azúcar más saludables serán los refrescos que preparemos.

Por descontado, los granizados son las bebidas refrescantes más saludables al contener un mayor contenido de hielo, y por lo tanto, de agua en proporción para con el resto de los ingredientes. 

Nos mantienen frescos e hidratados en los días de más calor.

Al estar principalmente compuestos por agua, son bajos en calorías .

Destacan también por su poder digestivo. 

Son una forma muy original de darle un toque de sabor al agua, que además permite probar combinaciones y nuevos sabores. 

Sólo tienes que echar al agua tus frutas preferidas en trozos grandes y, si lo deseas, alguna hierba aromática como menta, jengibre, albahaca o romero…. 

Te recomendamos que pruebes la de pepino y kiwi, la de mandarina y fresa, o la de frambuesa y menta. Añade unos cubos grandes de hielo y tómala a cualquier hora del día. Mejor si esta muy fría, y recuerda que debes cambiar las frutas cada 24h.

Ingredientes: 1 kilo de sandía, 20 hojas de menta fresca, dos cucharadas (soperas) de azúcar moreno ( o eritrol), el jugo de 3 limones, un litro de agua mineral y mucho hielo.

Elaboración: Pela la sandía y retira las semillas, córtala en trozos y reserva. Lava las hojas de menta y las machacas en una jarra con el azúcar. Pon la sandía en el vaso de la licuadora junto con el agua mineral y el jugo de los limones. Licua bien hasta que tengas un líquido homogéneo. vacía esta preparación en la jarra que contiene el edulcorante y la menta machacada. Finalmente agrega un puñado de hielo y revuelve bien. déjalo en refrigeración una hora antes de servir.

Ingredientes para cuatro personas: 500 ml de café, 60 g de azúcar moreno y 8 ml de zumo de limón.

Elaboración: Lo ideal para tomar un buen granizado de café es utilizar café cargado, pero si lo prefieres puedes utilizar también café soluble. Calienta 100 ml de agua y disuelve en ella 3 cucharadas de azúcar. Remueve y deja reducir durante 5 minutos hasta obtener un jarabe o almíbar que mezclamos con el café. Añade el zumo del limón y mezcla bien. Coloca la mezcla en un tupper o en una bandeja y lo congelas durante 2 horas. Transcurrido ese tiempo, rompes los cristales de hielo y lo vuelves a introducir en el congelador , repites la operación cada 30 minutos, hasta que todo este granizado. Sírvelo en copas altas, lo puedes decorar con ralladura de limón

Ingredientes: 150 g de frambuesas (frescas o congeladas), 1 litro de agua fría, 2 limones sin pelar cortados en cuartos, 2 ramitas de hojas de hierbabuena, 4 cucharadas de azúcar y 8 o 10 cubitos de hielo.

Elaboración: Pon las frambuesas en un robot de cocina y triturálas. Añade medio litro de agua, los limones y el azúcar y vuelve a triturar. Añade el resto de agua y remueve. Prueba cómo está de azúcar y si es necesario añade un poco más, dependiendo de cómo te guste de dulce. Cola la limonada y la pones en una jarra. Añade los cubitos de hielo y las hojas de hierbabuena y sirve.

Ingredientes para 1 litro: 1 piña de tamaño medio, 30 ml de zumo de limón, 1 trocito de jengibre fresco, 1 litro de agua con gas, estevia o azúcar al gusto.

Elaboración: Pela la piña retirando toda la corteza, procurando conservar los jugos que pueda soltar. Trocéala. Pela y ralla el jengibre. Exprime el zumo de limón. Coloca todos los ingredientes en el vaso de una batidora o licuadora. Tritura todo bien hasta que quede una mezcla homogénea sin grumos. Prueba el punto de dulzor y ajusta la cantidad de estevia o azúcar. Puedes pasarlo por un colador si quieres quitar las pieles. Ponlo en una jarra y déjalo enfriar en la nevera. Sírvelo con mucho hielo.

Ingredientes para dos personas: 3 tazas de agua, 3 cucharadas de té negro, 2 ramas de canela, 1 vaina de vainilla, jengibre fresco, miel, 6 clavos de olor, 8 vainas de cardamomo, pimienta molida, peladuras de naranja, hielo y una taza de leche de almendras o bebida vegetal.

Elaboración: En una cazuela coloca el agua, el te, la canela, la vaina de vainilla cortada y abierta, la miel (1 cda), una pizca de jengibre rallado, los clavos, el cardamomo ligeramente machacado, un poco de pimienta negra molida y las pieles de naranja. Lleva todos estos ingredientes a ebullición y reduce el fuego cuando empiecen a hervir durante  unos 20 minutos, quedándo reducidos, más o menos a una taza. Retira del fuego y déjalo enfriar a temperatura ambiente. Cola el líquido y llena dos vasos con hielo picado y reparte entre ambos. Completa con leche de almendras o cualquier bebida vegetal que te guste y sirvelo con hielo.

Ingredientes: 5 limones, 400 ml de agua, 100 g de azúcar, 20 g de ralladura de limón y 10 cubitos de hielo.

Elaboración: El secreto de esta limonada es preparar primero un jarabe con el agua y el azúcar. Pon el agua y el azúcar en un cazo con unas cortezas de limón y llévalo a ebullición removiendo hasta disolver el azúcar. Tras unos diez minutos a fuego muy lento, obtendrás un jarabe ligero. Deja enfriar el jarabe y lo guardas. Para hacer una jarra de limonada, pon la mitad del jarabe (225 ml) en el fondo de una jarra amplia. Corta los limones por la mitad y a cada uno le quitamos una rodaja muy finita que también añades para decorar. Exprime y echa el zumo sobre el jarabe de agua y azúcar, rellenando la jarra con un poco más de agua fría y removiendo ligeramente. Añade el hielo y coloca cinco minutos la jarra a la nevera para que se termine de enfriar antes de servir.

Ingredientes: té verde, azúcar moreno, unas ramas de hierbabuena.

Elaboración: Pon una cucharada de azúcar moreno y una cucharada de té verde por cada persona dentro de la tetera. Vierte un el agua en la tetera y deja reposar un minuto. Añade también un manojo de hierbabuena y deja reposar unos minutos. Pasa el té resultante a una jarra y deja que se enfríe. Sirve en vaso ancho con hielo y un ramillete de hierbabuena.

HIELOS DECORATIVOS

A todo el mundo le gusta que su copa sea atractiva, y nada queda más alegre y veraniego que los hielos decorativos.

Es sencillísimo: pon trozos de fruta, plantas aromáticas o flores en la cubitera, rellena el espacio con agua y mételo en el congelador. Cuando dejes caer esos cubitos en cualquier vaso, parecerá otro. Si estás haciendo batidos, agua enriquecida o zumos, sólo tienes que reservar unos trozos de los ingredientes.