Mascarillas Caseras

La piel es el único órgano que está en constante contacto con el exterior. En este sentido, las manos y el rostro son las más expuestas a las inclemencias del tiempo, así como a los agentes externos que pueden dañarlas como, por ejemplo, la contaminación. 

Para lucir una piel saludable necesitamos una serie de cuidados que nos ayuden tanto a sanarla como a protegerla. Para ello, es importante :

• Lavar la cara dos veces al día incluso si no usas maquillaje.
• Utilizar cremas con protección solar todo el año.
• No usar cosméticos agresivos que puedan acabar con la barrera protectora de la piel.
• Usar crema hidratante todos los días.
• Beber mucha agua.
• Usar mascarillas caseras para la cara una vez a la semana. Sirven para eliminar el estrés de un día horrible en la oficina y las antiestéticas piles resecas, minimizar los poros y eliminar las imperfecciones.

Las mascarillas faciales actúan de afuera hacia adentro para devolverle al cutis su máxima luminosidad, belleza y relajación,  consiguen no sólo frenar los signos de envejecimiento y cansancio, sino también reparar, nutrir e hidratar la piel. Al penetrar de una forma lenta y profunda, las sustancias nutritivas se van absorbiendo durante horas.

Dependiendo de sus ingredientes, sus efectos son hidratar y nutrir la piel, alisándola; eliminar el sebo y las impurezas; reafirmar, relajar y regenerar; eliminar las células muertas y producir un efecto de frescor; o facilitar la absorción de principios activos de acciones específicas (nutritivas,antiinflamatorias, regeneradoras, calmantes, bioestimulantes, etc.).

PIEL SECA

La piel seca necesita ante todo, hidratación, demás de protección frente a los factores externos que la resecan.

El cuidado de este tipo de pieles puede realizarse mediante mascarillas en forma de cremas o pomadas, con ingredientes que refuercen la barrera lipídica y del factor de hidratación natural.

La hidratación se consigue mediante aceites vegetales y de humectantes, capaces de retener el agua en la piel, evitando así la deshidratación que provocan los factores ambientales (viento, frío, calor...) y sus consecuencias (sequedad, descamación y grietas).

Los más utilizados son la glicerina, ácido láctico, ácido hialurónico, betaína y urea; todos ellos están de forma natural en nuestra piel.

Los aceites y mantecas vegetales compensan la falta de grasa debida a la escasa de actividad de las glándulas sebáceas y reducen la pérdida de agua al formar en la superficie de la epidermis una capa que la frena.

Los aceites más hidratantes son los ricos en oleico como el de oliva, aguacate, albaricoque y almendras, también las mantecas de karité, cacao, mango y aguacate.

PIEL CON MANCHAS

En este caso el objetivo principal es protegerse de la radiación solar, de igual manera, es conveniente forzar la renovación de la epidermis mediante exfoliaciones con alfa hidroxiácidos, huesos de aceituna triturados, azúcar y otros polvos exfoliantes.

Como las manchas se pueden dar en cualquier tipo de piel, los expertos recomiendan elegir una base de acorde a tus necesidades y añadirle algunos activos que pueden ayudar, como la hidroquinona, arbutina, ácido kójico, vitamina C, extractos de regaliz y de mora. También la niacinamida (vitamina B3)…. Todos ellos, están orientados a inhibir la acción del aminoácido tirosina, involucrado en la hiperpigmentación.

PIEL GRASA

El principal objetivo de los cosméticos para piel grasa será disminuir la cantidad de sebo sobre la piel y mantener a raya los microorganismos que pueden infectar los poros y causar granos. Es aconsejable retirarla con un agua micelar o un aceite desmaquillante.

La mejor mascarilla es a base de arcilla verde a la que se añade una infusión de plantas que ayuden a cerrar los poros como geranio, rosa o castaño.

Se puede reforzar la acción de la mascarilla con activos astringentes que ayuden a cerrar los poros y disminuyan el exceso de grasa, como alantoína, cafeína, levadura de cerveza o extracto de hiedra y salvia.

PIEL CON ACNE

El acné es una inflamación de la piel que aparece, habitualmente durante la adolescencia, en la cara, el cuello y la parte superior del pecho y la espalda. Se desarrolla en la base del pelo a causa del exceso funcionamiento de las glándulas sebáceas, que se infectan formando granos. La bacteria responsable de esta infección es el Propionibacterium acnés.

El primer objetivo, consiste en desinfectar y cicatrizar la piel, a la vez que se actúa contra la seborrea.

En este caso, la base de mascarilla seria de polvos absorbentes, como arcilla o lodos, a los que se añade una infusión de plantas que disminuyen la producción de sebo y cierran el poro como fucus, ortiga, centella asiática, árnica, hiedra y levadura de cerveza.

Se puede reforzar con activos antiacné como ácido azeláico, alfa bisabolol, alantoína y las vitaminas A y B3.

PIEL MADURA

Para ralentizar el proceso de envejecimiento, es esencial hidratar, nutrir y proteger la piel de los factores ambientales agresivos, al mismo tiempo, habrá que aportarle los ingredientes que deberían estar de forma natural para mantenerla sana y desintoxicarla.

También favorece la exfoliación periódica, porque estimula el proceso de regeneración y elimina las células muertas.

Para proteger y regenerar la piel madura, la base de la mascarilla más apropiada es una crema con aceites que penetren en profundidad como los de rosa mosqueta, onagra, jojoba, argán, germen de trigo y borraja a los que se le añadirán activos hidratantes y regeneradores como las proteínas hidrolizadas de trigo, ácido hialurónico, colágeno y elastina marina.

Además, las vitaminas A, B3, C y E, que son antioxidantes, ayudan a reducir las arrugas producidas por los rayos solares.

PIEL SENSIBLE

Lo primero que debe evitar una persona con este tipo de piel, son las sustancias alergénicas o irritantes como: el ácido benzoico, el ácido láctico, los alfa hidroxiácidos y la urea: el ácido ascórbico (vitamina C) o ingredientes que contengan ácido cinámico (varios aceites esenciales).

En cambio, la piel sensible agradecerá los ingredientes suaves como aceite de girasol, sésamo, cáñamo, jojoba, uva, etc.

La base de la mascarilla tiene que ser suave, en forma de gel o de crema a la que se le pueden añadir humectantes como ácido hialurónico y glicerina que retienen el agua en la piel y evitan la sequedad que produce picor e irritación.

En este caso, también se pueden añadir infusiones de plantas antiinflamatorias y calmantes como la manzanilla, caléndula, pensamiento, llantén, malva y tila.

Para reforzar el efecto calmante de la mascarilla, se pueden agregar algunos activos como el alfa bisabolol, que se encuentra en el aceite esencial de manzanilla y vitamina E.

Entre las rutinas de cuidado de la piel de once pasos, la contaminación de la ciudad y el polvo, nuestra piel puede abrumarse y la irritación y el enrojecimiento son inevitables. Deja que una receta de mascarilla casera de alivie y calme tu piel en un instante.

QUÉ NECESITAS:

• 1 cucharadita de miel

• 1 cucharadita de aceite de coco

• ¼ de aguacate maduro.

• 2 gotas de aceite de lavanda

CÓMO FUNCIONA:

Como un gran resplandor en una taza, esta mascarilla facial brinda una hidratación profunda del aceite de coco, le da a tu piel un toque de antioxidantes con la miel y alivia el enrojecimiento con el aceite de lavanda. Mézclalo y extiendela con una brocha para mascarilla facial para disfrutar de la mejor experiencia de spa en casa. 30 minutos serán suficientes.

Una frente con escamas no es agradable , pero si tu hidratante actual no está haciendo mucho para saciar tu piel seca, no busques más allá de esta mascarilla facial hidratante hecha en casa. 

QUÉ NECESITAS:

• 1/2 Aguacate

• 1 cucharada de miel

• Un puñado de avena o salvado de avena

CÓMO FUNCIONA:

Gracias a los aceites ultra-nutritivos y la incorporación del puré de aguacate que eliminará cualquier aspereza, tendrás tu piel suave como la seda. Si no tienes en casa, sustituyelo por 3 cucharadas de leche. 15 minutos serán suficientes.

Si una tez opaca y sin brillo es tu mayor problema , necesitas esta máscara en tu vida, y no contiene ningún ácido.

QUÉ NECESITAS:

• 1 cucharada de cacao en polvo

• 1/4 de papaya

• Un chorrito de gel de aloe vera

CÓMO FUNCIONA:

El Aloe vera está repleto de vitaminas A, C, E, B1, B2, B3, B6 y B12, lo que significa que sus propiedades para aumentar la luminosidad, suavizar la piel e hidratar no tienen rival. Combinado con papaya, que está repleta de enzimas exfoliantes que disolverán las células muertas de la piel, llevará tu mascarilla facial (y tu piel) al siguiente nivel.

Simplemente coloca los tres ingredientes en un tazón, mezcla , déjala actuar durante diez minutos y retírala con un pañuelo.

A pesar de lo que hayas oído, en realidad no hay una forma real de 'eliminar' los poros, pero hay formas inteligentes de ocultarlos.

QUÉ NECESITAS:

• 1 clara de huevo

• 1 cucharada de miel

• Un poco de jugo de limón

CÓMO FUNCIONA:

Tanto la clara de huevo como el jugo de limón tienen propiedades astringentes inteligentes que reafirman la piel y hacen que los poros dilatados sean mucho menos evidentes. Es el ritual de prebase perfecto. Incluir de miel es importante, ya que aumentará los niveles de humedad de la piel y proporcionará flexibilidad.

Apenas estamos empezando a comprender los efectos dañinos que los agresores ambientales como la contaminación tienen en nuestra piel, pero ahí es donde entra en juego esta poción inteligente.

QUÉ NECESITAS:

• Un puñado de almendras molidas

• 2 cucharadas de aceite de oliva

CÓMO FUNCIONA:

Puede que no parezca mucho, pero el contenido de ácidos grasos de las almendras es capaz de penetrar en la piel, dejándola suave y flexible, mientras que la vitamina E del aceite de oliva actúa como una coraza contra los radicales libres que pueden causar opacidad en tu piel , deshidratación y líneas finas.

Déjalo actuar durante 10 minutos, pero antes de enjuagarlo, masajea suavemente la pasta en tu piel para eliminar la suciedad diaria, el maquillaje, las células muertas y el aceite.