La menopausia es una etapa de transición en la vida de la mujer caracterizada por cambios hormonales importantes, principalmente la disminución de estrógeno y progesterona. Estos cambios impactan no solo en la salud reproductiva, sino también en muchos otros sistemas del cuerpo, como el digestivo.
Uno de los síntomas menos comentados, pero muy frecuentes, es la hinchazón en la menopausia. Muchas mujeres se preguntan: "¿Por qué me inflamo tanto si no he cambiado mi dieta?", y la respuesta está profundamente relacionada con cómo afecta la menopausia y digestión.
Durante la menopausia, es común experimentar digestiones más lentas, aumento de gases, sensación de plenitud y distensión abdominal. Estos síntomas pueden resultar incómodos y, en algunas ocasiones, dolorosos, afectando la calidad de vida y el bienestar emocional.
Menopausia y digestión: ¿qué sucede?
La relación entre menopausia y digestión es más estrecha de lo que parece. Las hormonas sexuales femeninas, particularmente el estrógeno y la progesterona, tienen un impacto directo en la motilidad gastrointestinal, el equilibrio de la microbiota intestinal y la respuesta inflamatoria del cuerpo.
Durante los años reproductivos, estas hormonas ayudan a regular la actividad del tracto digestivo, facilitando el movimiento de los alimentos y controlando la producción de jugos digestivos. Sin embargo, con el inicio de la menopausia, los niveles de estas hormonas disminuyen, provocando cambios significativos en la forma en que el cuerpo maneja la digestión.
Algunas de las alteraciones más comunes incluyen:
· Disminución de la motilidad intestinal (más estreñimiento o digestión lenta).
· Cambios en la composición de la microbiota intestinal.
· Incremento de la sensibilidad abdominal.
· Mayor tendencia a la inflamación sistémica y local.
Por lo que muchas mujeres experimentan hinchazón en la menopausia de manera más frecuente que antes.
¿Cómo cambia la digestión en la menopausia?
Cuando hablamos de cómo cambia la digestión en la menopausia, es importante destacar varios factores fundamentales:
1. Disminución de la motilidad intestinal
La progesterona, que tiene un efecto relajante sobre los músculos del cuerpo, también actúa sobre el intestino. Su descenso genera alteraciones en la motilidad, favoreciendo el tránsito intestinal más lento y el estreñimiento. Esto hace que los alimentos permanezcan más tiempo en el intestino, produciendo gases y distensión.
2. Cambios en la microbiota
La menopausia y digestión también se ven afectadas por cambios en la microbiota intestinal. El estrógeno tiene un papel en mantener una flora intestinal saludable. Su disminución puede alterar el equilibrio entre bacterias beneficiosas y bacterias perjudiciales, incrementando la producción de gases y la inflamación.
3. Retención de líquidos
La caída hormonal puede favorecer la retención de líquidos en los tejidos, incluyendo el tracto gastrointestinal, contribuyendo a la sensación de pesadez e hinchazón.
4. Mayor sensibilidad gastrointestinal
Con los cambios hormonales, algunas mujeres experimentan un aumento en la sensibilidad a los alimentos o intolerancias alimentarias que antes no tenían, lo que exacerba los síntomas de inflamación y molestias digestivas.
Alimentos que hinchan durante la menopausia
Otro aspecto fundamental para entender la hinchazón en la menopausia es identificar los alimentos que te hinchan en la menopausia….. algunos alimentos tienden a producir más gases o retener más agua en el cuerpo, agravando los síntomas de inflamación abdominal.
Entre los principales “culpables” encontramos:
Legumbres: Aunque son muy saludables, las lentejas, frijoles y garbanzos pueden producir gases en personas con digestión sensible.
Vegetales crucíferos: Como el brócoli, la coliflor, el repollo y las coles de Bruselas, que contienen rafinosa, un azúcar difícil de digerir.
Productos lácteos: Muchas mujeres desarrollan intolerancia a la lactosa durante la menopausia, causando distensión abdominal.
Alimentos ultraprocesados: Embutidos, snacks industriales y comidas rápidas tienen alto contenido de sodio y aditivos que favorecen la retención de líquidos y la inflamación intestinal.
Bebidas carbonatadas: El gas contenido en estas bebidas puede causar distensión inmediata del abdomen.
Harinas refinadas y azúcares: Estos alimentos promueven la disbiosis intestinal (desequilibrio de la microbiota) y favorecen la producción de gases.
Conocer estos alimentos que hinchan en la menopausia permite a las mujeres ajustar su dieta para reducir síntomas y mejorar su calidad de vida.
Metabolismo en la menopausia y su relación con la hinchazón
El metabolismo menopausia también desempeña un papel importante en la sensación de hinchazón. Durante esta etapa, el metabolismo basal disminuye debido a la pérdida de masa muscular y al efecto directo de los cambios hormonales. Esto significa que el cuerpo necesita menos calorías para mantener sus funciones básicas, y que cualquier exceso alimentario puede traducirse más fácilmente en acumulación de grasa, especialmente en la zona abdominal.
La ralentización metabólica favorece:
· El aumento de peso.
· Acumulación de grasa visceral.
· Mayor retención de líquidos.
· Digestión más lenta.
Todo esto contribuye a la sensación constante de inflamación, incluso en mujeres que mantienen una dieta similar a la que seguían en etapas anteriores de su vida.
Además, la grasa abdominal produce sustancias inflamatorias (adipocinas) que pueden agravar la inflamación sistémica, cerrando un círculo vicioso difícil de romper si no se toman medidas específicas.
Factores adicionales que agravan la hinchazón en la menopausia:
Más allá de la dieta y el metabolismo, existen otros factores que pueden empeorar la hinchazón en la menopausia:
Estrés: El aumento del cortisol, la hormona del estrés, puede alterar la microbiota intestinal, ralentizar la digestión y fomentar la hinchazón.
Sedentarismo: La falta de actividad física reduce el movimiento intestinal, favoreciendo la acumulación de gases y el estreñimiento.
Uso de medicamentos: Algunos medicamentos comunes durante esta etapa, como antidepresivos o antihipertensivos, pueden alterar la digestión.
Trastornos de la tiroides: El hipotiroidismo es más frecuente en mujeres menopáusicas y puede ralentizar el metabolismo y la función digestiva.
Por lo tanto, un enfoque integral que incluya una alimentación adecuada, manejo del estrés y actividad física regular es esencial para combatir la inflamación abdominal en la menopausia.
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