
Controla tus Finanzas Personales
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Las mujeres hemos ganado terreno en muchos ámbitos (aunque todavía nos quede mucho por recorrer), pero en el económico quizá sigamos estando en desigualdad de condiciones. Las estadísticas dicen que ganamos menos que los hombres.
Muchas veces el dinero (y la posibilidad de ganarlo y hacerlo crecer) está atado a otras ideas que no tienen que ver con lo económico, sino con lo social, con tomar las riendas de nuestras finanzas, de sentir el dinero como algo que nos lo hemos ganado y que merecemos.
El dinero es un recurso que siempre está en nuestro día a día, independientemente de la profesión elegida, y ofrece algunas cifras: el 50% de los adultos en todo el mundo tiene ansiedad atribuida a problemas financieros y el 40% de las personas que residen en España desconocen, por ejemplo, qué es la inflación (proceso de la economía que provoca un desequilibrio entre la demanda y la producción e implica un aumento del nivel de precios en los productos y servicios).
Desde los cuatro años empezamos a ver cómo los adultos gestionan el dinero y nos iniciamos en conceptos como el intercambio del mismo, la diferencia entre un gusto y una necesidad, entre otros a poner en práctica. Así como desde la infancia enseñamos a nuestros hijos las normas básicas de higiene , es importante generar también hábitos positivos sobre el los temas económicos, sin olvidarnos de las personas mayores.
Hay que establecer la diferencia entre ingresos y gastos mensuales analizando la cuenta bancaria en los últimos 6 o 12 meses. Tras lo cual, comprobar si podemos y estamos dispuestos a reducir algo y marcarnos un objetivo de ahorro que podamos cumplir. Por último, apartar a otra cuenta de forma automática, a principios de mes, el importe que decidamos ahorrar (out of sight, out of mind)”
Apuesta por monitorear las finanzas o crear un fondo de emergencia con el que disponer de una cantidad de dinero líquido para poder cubrir aquellos gastos que no teníamos planeados.
Debemos interiorizar el hábito de llevar nuestras cuentas al día y clasificarlas nos ayudará a poder tomar decisiones sobre si queremos buscar una nueva fuente de ingreso o si queremos reducir gastos. Se puede hacer mensual o trimestralmente, usando plantillas de Excel o decantarnos por aplicaciones como Monefy, en la que cada vez que hacemos un gasto, podemos atribuirle una categoría.
Siempre que comenzamos con cualquier tipo de análisis tenemos que determinar claramente cuál es nuestro punto de partida. En este caso, tenemos el punto de partida financiero consiste en elaborar un balance de nuestra situación económica.
Este balance incluirá, al igual que los balances contables, cuáles son nuestros activos, incluyendo en él ahorros, dinero y propiedades y cuáles son nuestros pasivos, considerando como pasivos todas las deudas y pagos que tengamos que realizar.
Una vez tengamos este balance confeccionado, deberemos proyectar en el tiempo esa fotografía, haciendo una serie de proyecciones futuras sobre la evolución de nuestra propia economía.
En estas proyecciones, debemos evaluar los riesgos a los que estamos expuestos, como por ejemplo quedarnos en paro, la rotura y sustitución del vehículo o la necesidad del cambio de vivienda porque vaya a aumentar nuestra familia.
Nuestra vida no es monótona y todos tenemos unas metas, a realizar a corto, medio o largo plazo. Para planificar adecuadamente nuestras finanzas personales en el tiempo debemos proceder a fijarnos una serie de objetivos. Dentro de estos objetivos podemos enumerar por ejemplo:
Los objetivos a fijar son una cuestión muy personal pero deben ser siempre coherentes, las metas que nos fijemos deben ser realistas y alcanzables y por supuesto, requieren una evaluación del riesgo y del sacrificio que nos va a requerir conseguir ambas cosas.
En muchas ocasiones, fijar unos objetivos llevan aparejados una serie de riesgos inherentes al camino a seguir para conseguirlo, en el vehículo financiero que tomamos en cuenta para conseguir nuestra meta o en el caso de que se trunquen nuestros flujos de ingresos y gastos.
El riesgo es un parámetro que se puede y se debe minimizar pero nunca se puede hacer desaparecer del todo y este factor es uno de los principales a la hora de truncar nuestras expectativas financieras.
Dentro de la planificación de las finanzas personales y la economía doméstica, se suelen cometer dos errores una vez que estamos inmersos en el desarrollo de nuestra economía doméstica.
Ambos casos son dos extremos y como siempre, en el punto medio se encuentra la virtud. Es decir, nuestra situación financiera requiere un control periódico, una seguimiento continuo en el tiempo de nuestros objetivos y unos mecanismos que puedan corregir las variaciones en la planificación financiera que hayamos previsto inicialmente.
Por último, si nuestra situación financiera es relativamente compleja, debemos recurrir a un método sistemático de control, apoyados por alguna de las múltiples herramientas que existen en el mercado para controlar nuestras finanzas.
Estas herramientas de control pueden ir desde una libreta en papel, una hoja de cálculo o cualquier software que cubra realmente nuestras necesidades de información y control financiero.
Para empezar a ordenar tus finanzas, tienes que conocer muy bien cuáles son tus ingresos mensuales y tus gastos. Para eso, tu mejor aliado puede ser una agenda, una planilla Excel o bien una app de registro de gastos. Es clave registrar los gastos diarios con el objetivo de ir preparando un presupuesto lo más completo posible, entonces hacerlo tiene que convertirse en algo tan habitual como lavarte los dientes.
Consideramos “gastos fijos” todo lo que sí o sí tenemos que pagar: la luz, el gas, el alquiler y otros gastos como comida o gasolina. Conocer cuánto representan estos gastos te permitirá estar preparada para saber si en algún momento tus ingresos corren riesgo, disminuyen o desaparecen. También te ayudaran a saber cuánto dinero necesitas mensualmente para afrontar estos gastos fijos.
Es importante identificar el porcentaje de tus ingresos que corresponde a deudas que pueden ser a familiares, amigos , préstamos, hipotecas o deudas de tarjetas de crédito. Tus deudas no deberían superar el 35% de tus ingresos totales.
Una vez conozcas tus ingresos y gastos mensuales, puedes empezar a construir un fondo de emergencia para posibles contingencias: se ha estropeado la lavadora o tienes un gasto atípico o incluso si alguna de las personas que generan ingresos en la familia se queda sin trabajo. Este fondo debería cubrir al menos tres meses de tus gastos totales e idealmente seis
Para poder mantener tus finanzasordenadas en el tiempo, es fundamental definir objetivos de ahorro a medio y largo plazo (los que superen el año). Esos objetivos son los que te permitirán tomar perspectiva y –de acuerdo a eso– analizar cuándo un gasto es necesario y cuándo no.
Tenemos que aprender a ahorrar tiempo, esfuerzo y –por último– dinero. Si cambiamos nuestra mentalidad y la educamos para que piense continuamente en formas de ahorrar, se volverá parte de nuestros hábitos.
El control de tus gastos debería ser algo tan natural como ducharte , la única diferencia entre una cosa y otra es que lo primero te lo enseñaron de pequeña y las finanzas no, entonces hay que crear el hábito. Los tres hábitos más importantes para el manejo de tus finanzas personales son: registrar todos tus gastos de forma diaria, controlar tu presupuesto de forma semanal y controlar tus finanzas de forma mensual.
El desorden financiero suele tener una relación directa con las emociones y eso es natural, somos personas que experimentamos diferentes emociones y arrastramos ciertas creencias sobre el dinero y, por consiguiente, eso impacta en nuestras finanzas. Debes admitir y conocer tus gastos más habituales : ¿te gastas dinero en cenar fuera? ¿ En ropa y maquillaje? ¿o en productos deportivos? Conocer tus hábitos es muy importante.
¿Cuántas mujeres no tendrían problemas financieros si en el colegio o en sus familias les hubieran hablado de dinero y enseñado cómo ahorrar, cómo manejar una tarjeta de crédito, como invertir, cómo evitar deudas, como tener un fondo de emergencia? Es clave dedicar aunque sea 15 minutos a la semana a leer algo relacionado con este tema y en poco tiempo vas a notar la diferencia.
En temas como la educación de los hijos, la jubilación, la vivienda, las enfermedades o lo que sea que pueda pasar en el futuro, es altamente probable que necesitemos dinero. Lo mejor que podemos hacer hoy es algo que nuestro yo futuro pueda agradecer. Define tus objetivos a largo plazo e identifica cuáles son los productos financieros que te pueden ayudar a alcanzarlos. Los seguros de vida o los planes de jubilación
https://www.somosohlala.com/liderazgo/finanzas/10-claves-para-tomar-el-control-de-tus-finanzas-personales-nid10082022
https://www.bbva.com/es/salud-financiera/manual-para-organizar-las-finanzas-personales/
https://www.consolidatedcredit.org/es/quienes-somos/que-es-la-educacion-financiera