Autoexploración Mamaria

Escrito por: Mar Fondevila Cornado

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Tiempo de lectura 5 min

La autoexploración mamaria es fundamental para detectar cualquier anomalía o cambio que se produzca en los pechos de la mujer. Es especialmente importante de cara a la detección precoz de un posible cáncer de mama, aunque los bultos que se puedan detectar no tienen por qué ser malignos, como es el caso de los miomas. De cualquier manera, cualquier alteración que se detecte de ser motivo para solicitar consulta con el ginecólogo.

La autoexploración mamaria se debe realizar una vez al mes, después de haber concluido la regla. Las mujeres que ya han superado la menopausia pueden establecer un día concreto al mes para llevarla a cabo.

La primera autoexploración mamaria deberá realizarse detenidamente, ya que permite aprender a conocer el aspecto y consistencia normal de las mamas, lo que permitirá posteriormente identificar posibles anomalías. Hay que tener en cuenta que la glándula mamaria tiene una consistencia nodular e inicialmente puede tenerse la sensación de que se palpan bultitos. En conveniente que en las primeras exploraciones se cuente con una persona experimentada que enseñe la técnica de forma adecuada.

Las posibles alteraciones que se pueden detectar con la autoexploración mamaria y que deben ser motivo de consulta con el ginecólogo son las siguientes:

  • La palpación produce dolor en el agún punto concreto.
  • Cambia el color o tiene una textura similar a la piel de naranja.
  • Se detectan bultos o hundimientos.
  • Sale líquido de los pezones.

Conviene saber que si se detecta algún bulto durante la autoexploración mamaria, en el 90% de los casos se trata de tumores benignos que tienen tratamiento y no de un cáncer.



¿Qué tramo de edad suele ser el que más casos presenta?

A día de hoy se diagnostican 27.000 nuevos cánceres de mama al año. Se estima que la probabilidad de padecerlo a lo largo de su vida es de una de cada ocho mujeres. Esta incidencia está aumentando paulatinamente debido a la mayor esperanza de vida y los hábitos socioculturales; por otro lado, la supervivencia está aumentando progresivamente, gracias al diagnóstico más precoz y a los mejores tratamientos.

Un tratamiento precoz de la enfermedad beneficia a la supervivencia de las mujeres que lo padecen, por ello se recomienda someterse a controles desde los 40 años.

El carcinoma de mama suele aparecer entre los 35 y los 80 años, pero la mayor incidencia de casos se encuentra entre los 45 y los 70 años.



¿Cuándo se debe comenzar con las primeras mamografías/ecografías?

Una de las preguntas frecuentes de muchas mujeres es cuándo tienen que hacerse los primeros controles y mamografías, qué edad es la ideal para acudir.

Las mujeres asintomáticas deben iniciar los controles a partir de los 40 años y desde los 35 años aquellas con riesgo por antecedentes.

Entendemos como mujeres sintomáticas, es decir, todas las que se notan alguna alteración en la mama, un bulto, un cambio o retracción de pezón, variaciones en la superficie de la mama, asimetrías o ganglio axilar, quienes al detectarlo deben acudir al médico.

¿Qué papel tiene el diagnóstico precoz en el desarrollo y la evolución de esta enfermedad?

El diagnóstico precoz es fundamental para detectar la enfermedad en sus inicios; por eso es recomendable someterse a mamografías a partir de los 40 años. Obtener diagnósticos de tumores de menor tamaño beneficia la supervivencia y la evolución de la enfermedad y permite iniciar tratamientos más precozmente, lo cual mejora los resultados con menos efectos secundarios y mejor calidad de vida para las mujeres.

El cáncer de mama es curable si se detecta precozmente.

Realmente la detección precoz de los tumores mejora la supervivencia. Con un tumor menor a un centímetro la supervivencia puede alcanzar un 95%. Ya que esta posibilidad de mejora de supervivencia la tiene la propia mujer en su mano, debe prestar atención a sus mamas, conociéndose a sí misma y haciendo autoexploración una vez al mes, con el fin de detectar lo más pronto posible los signos de alarma y acudir al médico.



A tener en cuenta antes de la exploración de las mamas


Este autoexamen mamario se recomienda una vez al mes, y ese día no debe coincidir con la menstruación, incluso es preferible que hayan pasado más de 48 horas desde que terminó el periodo. En caso de menopausia, se puede hacer cualquier día.

Además, es necesario saber qué aspectos tenemos que notar en la palpación de las mamas:

Aspecto. Los senos han de verse parecidos, aunque uno puede ser un poco más pequeño que el otro.

Movimiento de las mamas. Deben subir de la misma forma, conservar la silueta circular y no aparecer huecos ni anomalías en la forma.

Piel. No debe ser rugosa o con pliegues sino lisa.

Pezón y areola. No debe haber costras, enrojecimientos o hundimientos, ni tampoco flujos repentinos.

Conocer el pecho: pasos para la autoexploración

Te explicamos cómo aplicarla en casa, delante de un espejo, con estos pasos que nos indican nuestros especialistas

Cómo palpar las mamas :


Brazos arriba. Subimos los brazos y, en esta posición, comprobamos que en los senos no haya hundimientos, abultamientos, pliegues, la conocida como "piel de naranja" por su rugosidad, etcétera. En definitiva, se trata de comprobar que no muestran irregularidades, y tampoco expulsan líquidos anómalos.

Manos a la cintura. Bajamos los brazos y situamos una mano a cada lado de la cintura. Así, ejercemos presión en la parte de la cadera con las manos y, al mismo tiempo, metemos el pecho hacia dentro con ayuda de los hombros y los codos, realizando además una inclinación hacia el espejo. De esta forma se realzan los cambios en el contorno de las mamas.

Tocar y presionar el pecho derecho. Levantamos el brazo derecho, colocamos los dedos de la mano izquierda en el seno del lado contrario, y lo vamos presionando ligeramente, realizando círculos en espirar como el sentido de las agujas del reloj, de dentro afuera. Atención a cualquier punto que genere molestias.

La axila, también a examen. La zona a palpar es tanto el pecho como la parte que se dirige a la axila, debiendo incluir esta en la palpación. Situamos los dedos de la mano izquierda en la axila descubierta y realizamos círculos en ella para comprobar posibles masas o zonas blandas. También es fundamental estar atentas a bultos debajo de la piel o cambios de grosor.

Presión en el pezón. Continuando con el brazo derecho levantado, con la mano izquierda presionamos ligeramente el pezón del seno derecho, de fuera a dentro, para comprobar que no aparecen líquidos ni sangrados.

Palpación de senos en la cama y en la ducha

Posición acostada. Para no estar completamente tumbada, situamos una almohada o una toalla doblada debajo del hombro derecho. Seguidamente, echamos hacia atrás el brazo derecho, colocando la mano detrás de la cabeza, y el codo derecho permanece elevado.

Movimientos circulares con las yemas. En esa posición, la mano izquierda presiona la mama derecha de forma suave, dibujando movimientos circulares en espiral sobre ella.

Revisión de pecho a axila. Seguimos realizando estos movimientos con las yemas de los dedos alrededor de toda la mama, incluyendo la zona entre la mama y la axila, así como la propia axila.

Repetimos los pasos con el pecho izquierdo. Para ello solo tenemos que invertir los brazos en cada uno de los pasos explicados previamente.

En el baño… Cuando nos duchamos es un buen momento para aplicar los métodos de palpación, ya que el gel de ducha ayuda a localizar cualquier masa o irregularidad en pechos y axilas.

https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/ginecologia/exploraciones-ginecologia/autoexploracion-mamaria.html

https://www.quironsalud.es/blogs/es/cancer-ahora/hacerse-autoexploracion-mama

https://www.breastcancer.org/es/pruebas-deteccion/autoexploracion-de-la-mama-aem

https://www.tucanaldesalud.es/es/tusaludaldia/articulos/decalogo-autoexploracion-mamaria-adecuada


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